Gide: la moral lo aburre; es buena sólo para los seres que desean relajarse. ¡De ninguna manera! La moral no es ligera ni aburrida. Henri Massis: el mal es banal, el desorden es banal, lo excepcional son las cosas buenas, las virtudes. La renuncia y la pereza son monótonas. El esfuerzo crea novedades interesantes. Siempre sabemos de antemano cómo reaccionarán los fariseos; sólo Cristo es imprevisible.
(El diario de la felicidad)
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