08 diciembre 2010
Controlar
Ser controlador de profesión debe de inflar un montón en esta España de las vanidades, sobre todo desde que el verbo controlar ha desplazado a dominar en el uso actual del idioma: se gana mucho en resonancia, no cabe duda.
Es normal que el gobierno Rubalcaba haya cogido al vuelo, je, esta ocasión de mostrar que controla algo. Dar una lección a esos pijines que, sin duda, votan al PP puede reanimar un poco a su electorado. No me sorprendería incluso, conspiranoico de mí, que la cosa haya sido inducida. El hecho de que se trate de desviar el dedo acusador hacia el partido de Rajoy, pobrecillos, no hace nada por desmentirlo.
No sé si el estado de alarma es ilegal, o excesivo, ni tampoco de qué otro modo podría haberse actuado. Pero no puedo negar que me alegra ver meter en cintura a los sindicatos, niños malcriados de la España constitucional. Con todo, quién diría que íbamos a ver al partido de Pablo Iglesias sacando al ejército para reprimir una huelga. Después de todo lo que hemos luchado en España etc etc. Sólo cabe esperar la misma energía cuando los convocantes sean Comisiones o UGT y no se trate de aeropuertos sino de hospitales o escuelas. Por decir algo, claro: un gremio tan dócil como el de la enseñanza en este país no lo soñó ni Mussolini.
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