08 octubre 2010

La humanidad perdida


Estamos acostumbrados a los análisis pesimistas del siglo que acaba. Alain Finkielkraut abunda en ellos, hasta el extremo de considerar a nuestro siglo como aquel en que entra en crisis el mismo concepto de hombre. ¿Ha sido inútil el siglo XX?, se pregunta al final del libro. Desde una perspectiva cristiana, sabemos que no es así, porque existe un "arte de aprovechar nuestras faltas", de las que se puede extraer un bien mayor. Pero preguntrse si sería mejor que cien años de historia no hubiesen existido dice muy poco a favor de quienes los protagonizaron.

Dos taras fundamentales en el siglo XX considera Finkielkraut: la limitación de la dignidad humana a un solo grupo racial (cuya expresión política es el nacionalsocialismo) y la apreciación de la humanidad en abstracto por encima del hombre singular (que hallaría concreción en el comunismo). Como consecuencia, enormes masas de desplazados, que convierten a esta figura, el desarraigado, en la más característica de la época. No entra el autor a analizar con detenimiento las causas de todo ello, pero añade una nota que convierte el asunto en más patético aún: sería el resentimiento, según Finkielkraut, la nota definitoria del hombre del siglo XX.

Nota redactada en agosto de 1999

Otra referencia a esta obra aquí.


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