14 febrero 2009

Eso de que no hay libro que no contenga algo bueno



puede ser verdad, pero casi siempre se utiliza como pretexto para tragar caca al por mayor.


Y curiosamente han sido siempre los escritores los que más lejos han estado de semejantes alardes de tolerancia. Por ejemplo, Mark Twain afirmaba que una biblioteca que no contuviera ningún libro sería ya buena por el hecho de no contar con las obras de Jane Austen.



Así que, con semejante autoridad, ya pueden ustedes decir tranquilamente que Maruja Torres (pongo por caso) sólo es buena para alimentar contenedores de reciclaje de papel, toda vez que la citada autora queda objetivamente a años luz por debajo de Jane Austen. De quien, por cierto, yo suscribiría lo contrario: una biblioteca sería buena si sólo contuviera sus novelas.