Me dicen que Benedicto XVI ha dirigido una meditación sobre el Carnaval. No la encuentro en su página, pero al parecer definió estas fiestas como una mezcla de elementos paganos, judíos y cristianos, estos últimos relacionados evidentemente con la Cuaresma y las carnestolendas, y también con la redención, pues en el carnaval nos burlamos de los demonios que antes de Cristo tanto nos atemorizaban. ¡Es admirable! Otros aquí, como siempre, burlándonos de la zarrapastra carnavalera, y el Papa, en su línea, viendo el aspecto positivo de la cuestión, accentuate the positive, como canta Al Jarreau.
Pensaba cachondearme de Paco Ibáñez en el homenaje a Machado, con su careta natural, imagen de lo que ha llegado a ser el progresismo, y su bufanda roja. Pero ante la lección del Papa, me callo. Lean a Machado y únanse a mi esperanza de que finalmente encontrase a Dios entre la niebla.
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