28 mayo 2008

Mártires


Christopher Dawson transcribe una carta de san Cipriano en que este alaba a sus grilletes y sus privaciones porque le permitirán unirse a Cristo. Y añade:


En una época en que el individuo iba convirtiéndose en el instrumento pasivo de un Estado omnipotente y universal, es difícil exagerar la importancia de una idea semejante, último reducto de la libertad espiritual. Más que ningún otro factor contribuyó a asegurar el triunfo final de la Iglesia, pues patentiza a todos el hecho de que el cristianismo era el único poder que en el nuevo mundo quedaba sin ser absorbido por el mecanismo gigantesco del nuevo Estado servil.