Están ciegos los que, con tal de suprimir los obstáculos en que tropiezan las reformas, propenden a destruir o amenguar el ascendiente de la Iglesia católica sobre la sociedad. Si esta luz se apagase, perdida o alterada la tradición de tantos siglos, se perdería también la ley moral que implantó el cristianismo, base de la cultura europea. No: quiero a la Iglesia fuera del Estado; pero imperante y viva en el seno de la sociedad, para que su espíritu sea expresado por las formas de la soberanía nacional, el espíritu de las leyes y la norma del Estado. Cúmplase el voto del pueblo conforme a las leyes de Dios.
Antonio Maura, citado por Vicente Cárcel Ortí