Las antiguas APA (Asociaciones de padres de alumnos) son ahora AMPA, lo que, por cierto, se presta a chistes fáciles. Los movimientos educativos de inspiración cristiana hablan también a veces de padres y madres en semejantes contextos. A mí eso me parece, sin paliativos, cooperación al mal. Explico por qué.
La palabra padres, como plurale tantum (carente de singular) designa en español al matrimonio progenitor, lo que en francés e inglés se llama parents y en latín eran los parentes. Es bueno que las asociaciones de padres lo sean en este sentido, como modesta contribución lingüística a la defensa de la familia. Ya que, por el contrario, emplear padres y madres parece sugerir un padre por aquí, una madre por allá, dos madres más por acá... Modelos alternativos, vamos. Desestructuración. No sé si me explico. O si me estoy volviendo paranoico, que también cabe.