05 octubre 2007

Chesterton abertzale


Las elucubraciones en torno a lo que habría hecho o dicho tal personaje de vivir hoy son más bien estériles. Ese personaje es él y su circunstancia, e imaginarlo en otra no tiene otra salida que escribir una novela macanuda o dejarlo correr.

Si acaso, nos sirve para meditar en cuántos factores intervienen en la génesis de una opinión y cuán errados andamos al estimarlas en más de lo debido. ¿Hubiera condenado Chesterton a la ETA?, polemizan Enrique e Ignacio. A ese hombre no le gustaban las ruedas de molino, pero habría que contar con la perversión del lenguaje, con la prensa de su país, con el ansia de notoriedad que en un momento dado le aquejase, con los matices que fueran del caso…

En todo caso Chesterton tuvo su circunstancia y su modo de encararla dio lugar a una obra que aún nos maravilla a muchos. ¿Para qué vamos a calentarnos el tarro rumiando imaginarios desacuerdos con nuestros piensodeque? Si acaso, como divertimento pueril, podemos imaginar acuerdos, como le comentaba hace poco a Gregorio Luri.

(Por cierto: el copyright de piensodeque como sinónimo jocoso de la doxá clásica pertenece a Tirso de Andrés. A cada uno lo suyo.)

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