En las parroquias españolas se ha producido un curioso fenómeno: hay partidos. Partidos que se definen por su opinión sobre cuándo hay que ponerse de pie tras el Ofertorio. Unos (los minoritarios) se levantan cuando el celebrante inicia el Orate fratres; otros (¿la oposición?) lo hacen al comenzar la Oración sobre las Ofrendas; por su parte, la facción mayoritaria no se yergue hasta el Dominus vobiscum. Si a ello sumamos el gran grupo de los indecisos, el efecto es similar al de la ola en los estadios o, mejor aún, al de aquel anuncio pionero donde unos estudiantes se levantaban, uno tras otro, para reivindicar, solidariamente, ser propietarios del condón que el profesor exhibía ceñudo.
Algo bastante cómico, si quieren que les diga. Algunos curas han optado por decir "de pie" en el momento oportuno. Es un ejemplo a seguir (aunque siempre hay recalcitrantes), por lo menos hasta que se templen los ánimos y vuelva el deseado consenso.
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