Constantes religiosas se subtitula este primer volumen de un total de tres, y se dedica a exponer, con precisión de manual y con lenguaje divulgativo, los diversos tipos de religiones. No sé si es contradictorio esto que he dicho, "precisión de manual y lenguaje divulgativo", pero me refiero a que no se trata de una obra para especialistas sino destinada a lo que suele llamarse
público medio; pero
Manuel Guerra se preocupa por taxonomizar con cierto rigor y por encontrar (por elegir, quiero decir) el término más apropiado en cada caso, incluso desde el punto de vista fonético. Es de destacar, por ejemplo, cómo distingue, al hablar de hinduísmo, entre
Brahmán,
Brahma y los
brahmines, cosa que al parecer no siempre se tiene en cuenta. O cómo procura que diferenciemos al
hindú, adepto del hinduísmo, del
indio, nativo de la India.
Al Cristianismo le concede un lugar aparte, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta que Manuel Guerra es un sacerdote católico. No nos es difícil ver que, habiendo crecido el Cristianismo en un contexto de religiones étnico-políticas, se viera como algo natural durante muchos siglos la asociación entre el poder civil y el religioso; ni cómo la Iglesia supo deshacerse, con el tiempo, de esa servidumbre, por delante del islam o de algunas formas de protestantismo, como el anglicano.
__