Apabullante título para una recopilación de artículos del maestro López Quintás (don Alfonso), donde expone su teoría antropológica y su aplicación al arte y a la literatura. Mientras vivimos en esta tierra, enseña Quintás, nuestra función es "crear ámbitos de realidad" o "fundar encuentros", lo que, si no entiendo mal, viene a significar arrinconar el egoísmo y vivir para el prójimo: "y cada vez menos tú, y menos yo, y más nosotros", al contrario que en la canción de Sabina. Las mejores obras de la literatura no serían sino ejemplos de éxitos y fracasos en el logro de esta función. Así las analiza Quintás, dándoles una dimensión humana en las antípodas de todo estructuralismo. Como ejemplo figuran aquí su lectura de San Manuel bueno, mártir, Yerma y Esperando a Godot.
Resulta interesante la dicotomía "vértigo/éxtasis" en que el autor sintetiza las experiencias de la exaltación placentera, por un lado, y la felicidad resultante del sacrificio y la donación al otro. El vértigo es una experiencia efímera y poco reconfortante a la postre, relacionada con la ebriedad y la excitación sensual. El éxtasis "exige mucho, promete mucho y lo da todo". En este sentido, lo que el hombre entregado al vértigo entiende como "represión" no es sino sacrificio, en virtud del cual se renuncia a un bien inferior para conseguir otro superior. Cuando uno aprende a hacer esto, empieza a ser libre, accede al "poder de sobrevolar la vida entera y optar en virtud del ideal que la corona".
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