09 julio 2010
De Madrid a Oviedo pasando por las Azores
Esta caricatura hay que tomarla así, como una caricatura. A los simpatizantes de los nacionales nos divierte y tal vez a los republicanos les parezca una cochambre. Pero su auténtico valor está en ser una avanzada de La Codorniz, en ese humor que lo emparienta con lo que por entonces estaban haciendo Jardiel Poncela, Neville y demás. Pero también acusa la influencia de Ramón, y podemos encontrar de hecho abundantes greguerías. Es esa forma "alternativa", como diríamos hoy, de enfocar el mundo, que pulveriza los tópicos y las convenciones. El hecho de que se la carguen los republicanos es lo de menos. E incluso el título podría ser un buen lema para este género de humor.
Cuando la izquierda quiere poner verde a la derecha, la acusa de moverse por intereses pecuniarios. Cuando es al contrario, los móviles de la izquierda (sucedía también en las Memorias de un intelectual antifranquista de Ángel Palomino) se hacen residir en la vanidad, en el afán de protagonismo. Es lo que sucede con este aviador reconvertido en político, Alvarito Palmares, al que siempre recordaremos recitando los estrechos de Dinamarca ante una multitud borracha, el día de la proclamación de la República.
Nota redactada en diciembre del 2009. El autor, por cierto, es José María Pemán
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