30 septiembre 2007

... pero Franco es el más malo, el más tonto.


Los cuentos orientales solían empezar con fórmulas como: "cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más)...; "cuentan (¡pero Alá es el más grande, el más sabio!)..." Era, supongo, un modo de guardarse la espalda frente a un Dios celoso, no fuera a pensar que dábamos más fe a un hombre que a Él. En España, los hombres de la derecha política tienen un extraño prurito en virtud del cual, cada vez que tienen que zurrar a los socialistas o similares, hacen alguna pirueta para que se la acabe cargando el franquismo. No vayan a pensar en la izquierda, espejo de demócratas, que nosotros tenemos algo que ver con Franco, qué va. En artículo de La Gaceta, Alejandro Llano (enorme cabeza, gran pluma) replica a un texto de Educación pra la Ciudadanía que afirma que los comunistas fueron una "minoría perseguida": no lo serían, dice Llano, en el franquismo, cuando la Universidad estaba repleta de ellos y campaban a sus anchas. Ah, pero...

... en la universidad franquista, los estudiantes represaliados eran sobre todo los socialdemócratas y cristianodemócratas, porque -así lo escuché a la sazón de labios de una relevante autoridad- éramos realmente más peligrosos para el régimen franquista.

Pues nada, don Alejandro. Esperamos con curiosidad el relato de sus experiencias en las cárceles franquistas. Y de las cargas de los grises en la Universidad de Navarra.

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