15 septiembre 2024

Más antecedentes

 del respeto a la libertad de prensa y a la legalidad por parte de los socialistas y allegados.

Una de las causas que acrecieron el muy justificado pesimismo de mi padre acerca del diagnóstico de la situación fue el gravísimo revés económico y moral que sufrió cuando el Gobierno que presidía Casares Quiroga –sectario entre los más sectarios—obligó a la empresa formada por mi abuelo a readmitir a los obreros expulsados cuando el conflicto laboral de ABC y prescindir, previa indemnización, de los operarios que fueron admitidos entonces. Aquella huelga fue declarada ilegal y, en consecuencia, la expulsión de los huelguistas era conforme a la Ley. No obstante, la orden gubernativa dictada casi dos años después era terminante: o se acataba o se procedería a la incautación de la empresa. ¡Donoso subterfugio para eliminar a un incómodo periódico de la oposición!

(En Papeles para la pequeña y gran historia, Torcuato Luca de Tena, capítulo XXVII)

La huelga en cuestión fue declarada cuando Juan Ignacio Luca de Tena se negó a transigir con el propósito de los obreros de obligar a uno de ellos a afiliarse a la UGT. Lo ugetistas fueron expulsados y la plantilla se rellenó con otros trabajadores, uno de los cuales murió asesinado al poco tiempo.

En fin, esta era la muy democrática Segunda República con la que acabó “el golpe de Estado del general Franco”.