22 septiembre 2024

La incredulidad del padre Brown

El titulo responde al motivo que sirve de unión a estas historias y que es el de mostrar que la religión no tiene nada que ver con la superstición sino más bien con la razón. Suceden asesinatos que parecen el producto de una maldición o de una intervención fantasmagórica, y es el padre Brown el encargado de demostrar que no hay tal, sino una inteligencia que ha preparado las cosas de tal modo que así parezcan y salga él de rositas. Hay, por tanto, un criminal avispado que será derrotado por un detective aún más avispado, como en toda buena novela policiaca, claro. Pero en este caso el detective habrá de enfrentarse, aparte del asesino, a los que pretenden que allá donde hay un cura hay un creyente, o crédulo, en toda clase de supercherías. Precisamente porque parece sobrenatural no me lo creo, viene a decir el sacerdote de muchas maneras.

Curiosamente en la primera de las historias es el propio cura la víctima, que resucita al poco tiempo y ha de esforzarse en evitar que la gente lo aclame y difunda el “milagro” a voz en grito. A partir de ahí nos las hemos de ver con objetos sagrados, fantasmas, maldiciones familiares o animales adivinos. La solución es siempre racional, pero hay algo de inverosímil tanto en la extrema habilidad de los asesinos como en las geniales intuiciones del padre Brown. Pero son las reglas del juego y el juego resulta muy divertido.

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