01 junio 2016

Meditación sobre la Iglesia


Este libro pasa por ser uno de los pilares de la eclesiología actual, lo cual es curioso teniendo en cuenta su carácter más bien divulgativo, de ensayo podría decirse. En realidad, donde decimos eclesiología actual podríamos decir eclesiología a secas, ya que, como apunta Lubac, la iglesia no se ha parado a meditar sobre sí misma hasta prácticamente el siglo XX.

Se detiene Lubac en lo que él llama la doble naturaleza de la Iglesia, como elemento santificante y conjunto de los santificados, activa y pasiva por tanto. También dedica varias páginas a la diferencia entre creer en la Iglesia y creer en Dios: y una vez más no he logrado captar la significación de ese credere + in + acusativo, propio de Dios, que es mucho más, al parecer, que credere + acusativo, que se dice de la Iglesia y que es un mero asentir a su existencia. Supongo que es difícil de explicar a quien no sea consumado latinista. De momento me tengo que conformar con que credere in Deum lleva consigo una implicación personal, una vivencia de ese credere, que está ausente del otro credere sin preposición.

La de la Iglesia como cuerpo es otra de las ideas madre del volumen: se había publicado hacía poco la encíclica Mystici corporis de Pío XII y Lubac reflexiona ampliamente sobre este concepto, insistiendo en el papel de la Eucaristía como quien hace la Iglesia y a la vez es hecha por ella, según esa doble naturaleza a que nos referíamos. Hay un capítulo sobre la espinosa cuestión de "la Iglesia en medio del mundo", y más adelante encontramos los tonos más líricos (rozando lo empalagoso, quizá) cuando se refiere a la Iglesia Madre. Más afortunado en cuestión de estilo y apasionante me parece el último capítulo, dedicado a la Iglesia y María.

Para quien no le tenga miedo al pdf, el libro se encuentra en Mercaba, edición de Desclée de Brouwer, 1961

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