14 junio 2016

Os lo digo de verdad, hermanos,


Dios no lo ha permitido nunca, ni lo permite ni lo permitirá jamás. Pero, lo que es peor, estos pecados son tan acostumbrados y son tantos los que los cometen, que se cree ahora que eso está prácticamente permitido.

San Cesáreo de Arlés (470-542), refiriéndose al concubinato.