09 diciembre 2011

Punto de meditación sobre el "fomento de la lectura"

Un proceso invisible es igualmente el que hace que los libros y la cultura entera sean hoy ininteresantes, pero lo cierto es que quienes se quejan elegantemente de ello e incluso promueven campañas de lectura participaron y siguen participando, encantados, en el proceso. Son conductistas -es decir, ya el alma les suena a chino- y creen que leer es un hábito, una afición, que se puede crear y ya está. Así las cosas es claro que no se va a leer nada que merezca la pena, pero se espera que, una vez creado el hábito mecánico de leer cualquier cosa, desde luego que se venderán más libros, y esto, sin duda, animará al sector económico de la edición, y además puede ofrecer estadísticas de gran lectura, que muestran una sociedad ilustradísima. Y aceita la rueda de la política, la sacral religión de lo que se llama cultura.

José Jiménez Lozano, Los cuadernos de Rembrandt

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