07 mayo 2010

Nihil novum

Muchos años después, cuando, ya libre y artista, se creía por sus actos y representación en el caso de ser muy avanzado, librepensador y cosas por el estilo, aprovechaba sus recuerdos del seminario como argumento contra las instituciones religiosas. "¡Lo que son los curitas, díganmelo ustedes a mí!", solía exclamar; y como no hubiera damas delante, su narración, probablemente exagerada, ponía espanto verdaderamente, por lo que toca a determinadas violaciones del orden natural de los instintos.

Leopoldo Alas "Clarín", Su único hijo

De haber vivido hoy, esta buena pieza (Del seminario salió por una ventana, con un trabuco, pues nada menos exigían la prisa y el peligro con que acudió a defender la causa del pueblo en una intentona revolucionaria en que se vio comprometido por culpa de amistades heteróclitas, adquiridas en las escapatorias frecuentes que de noche emprendía con otros compañeros y algún seminarista amigo de ir al teatro y a lugares de corrupción más inmediata) podía haber escrito también un artículo titulado "Que la Iglesia me pida perdón", o así.

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