25 enero 2014

Robert Gordon with Link Wray


A finales de los 70 se produjo un revival* del rock de los 50, al amparo quizá del rockabilly británico, que conocía un auge notable por aquellas fechas. En ese contexto surge Robert Gordon, un cantante cuya voz podía imitar mejorando la del propio Elvis Presley, no digamos la de Carl Perkins o Warren Smith, por ejemplo, lo que contrastaba con su imagen un tanto friqui, con ese tupé rebelde que se le empina sin piedad. Su repertorio se componía de versiones de los 50 casi en exclusiva, aunque en  el LP Fresh Frish Special (que creo que fue su debut) incluía nada menos que un tema compuesto por Bruce Springsteen para él, Fire. Allí iba también una canción que ya en los 90 popularizó un anuncio de colonia, ese The way I walk, aunque lo que a mí más me gusta del disco es la versión de Red Cadillac and a black moustache, de Warren Smith, desde que la oí como fondo en una noticia cultural del telediario.

Supongo que en su éxito intervino también la colaboración del guitarrista Link Wray, leyenda de los 50, maestro de la distorsión y autor de un Rumble que, como anécdota, una emisora prohibió por incitar a la guerra entre bandas (era un instrumental: pero la verdad es que oído no les faltaba; no por nada incluyó Tarantino un breve pasaje en Pulp fiction). Wray intervino en Fresh Frish Special y lo hace en el disco que comento, por supuesto, ya que no lleva más título que ese.

Ambas caras arrancan con sendos éxitos de Billy Lee Riley, Red hot (original de Billy Emerson) y Flying saucers rock and roll. Robert Gordon opta por imitar lo más posible a Riley, con un matiz desgarrado que no hace aún sospechar sus facultades. Tan solo la guitarra de LW otorga un plus de calidad a la versión. Es en Summertime blues (Cochran) y Boppin´ the blues (Perkins) donde Gordon deja entrever de lo que es capaz con su garganta, pero hasta que no oímos Sweet surrender o Is this the way (esta compuesta por LW, por cierto) no descubrimos a un crooner con todas las de la ley, que hace presagiar los alardes de It´s only make believe, ya en su disco de consagración.


En fin, se trata de un disco variado en tono y estilos, con homenajes también a Gene Vincent (I sure miss you) y Johnny Burnette (The fool: tremendo Link Wray, por cierto). En España se editó después de Rock Billy Boogie (la antedicha consagración), como sucedió con Fresh Frish Special, que creo que no llegó a salir en casete.


*Bueno, podría haber dicho reviviscencia, memorial o revitalización, pero me daba la risa: es una batalla perdida.

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