18 enero 2014

Equilibrio


Ahora contemplo a una alumna. Cuando se da cuenta de que la estoy mirando, se pone nerviosa. No sabe qué hacer con la mirada. El bolígrafo le tiembla en la mano. ¿Ha estado copiando? ¿Tiene un papel bajo el folio, un papelito pequeño, lleno de letras minúsculas? No voy a comprobarlo. Nos debemos un respeto.

Alguna vez he descubierto a algún alumno copiando. Se ha puesto colorado, ha temblado como tiembla esta chica. Una vez, el papelito sobresalía como un insulto por debajo del folio. Todo era demasiado evidente, y fue como un combate entre el alumno tramposo y yo. El alumno se dio cuenta de que le había visto. Yo no podía permitírselo, y él lo sabía. Tensé el dolor entre nosotros, quise ser tan irrespetuoso como profesor como él lo había sido conmigo como alumno. No le dije nada. 

Toni Sala, Crónica de un profesor en Secundaria

__