14 diciembre 2024

Pero [,]

atendiendo no menos a la regla del progreso, Pío XI descubrió una nueva distinción que para entender la doctrina católica con más profundidad era de gran importancia. Porque distinguió entre la “libertad de las conciencias” y “la libertad de conciencia”. Ciertamente rechazó esta fórmula como equívoca, como utilizada muchas veces en el sistema laicístico [sic] para significar que “la absoluta independencia de la conciencia es algo absurdo en el hombre creado y redimido por Dios”[;] pero aceptó sin embargo aquella otra fórmula[,] “libertad de las conciencias”[,] diciendo que él “con espíritu alegre y animado trababa una lucha en favor de la libertad de las conciencias” (Non abbiamo bisogno, AAS, 23 1931, pp. 301-302)


Pensé que la distinción era original de san Josemaría (que la utilizó con frecuencia), pero se ve que la tomó del papa Ratti. La referencia, en Moral política en una sociedad pluralista.