30 julio 2012

Servicio especial (II)

He leído, con bastante retraso, las memorias del coronel San Martín, procesado por los acontecimientos del 23-F. Memorias que se circunscriben a la época en que dirigió el Servicio de Informaciónn que, impulsado por Carrero Blanco, se convertiría luego en el Servicio Central de Documentación y con posterioridad en el CESID. El libro fue escrito en la cárcel, y parece ser una especie de desahogo, un testimonio ofrecido en vistas de que nada tenía ya que perder. Para ser sincero, me ha revelado pocas cosas nuevas. En algo tenía que entretenerse San Martín en la cárcel, y lo hizo contando la historia de aquel Servicio Especial del que fue prácticamente el creador y del que tan orgulloso se siente, como podemos apreciar a lo largo de las páginas. Esta historia constituye la primera parte del volumen. La segunda está dedicada al análisis de la subversión, es decir, las actividades de las fuerzas opositoras durante el período 1968-73 y de cómo el Servicio trató de contrarrestarlas. Es la parte más interesante del libro, y que muestra cómo nuestro hombre se quedó prácticamente solo a la hora de defender el régimen en su flanco ideológico. Ante las reiteradas advertencias de San Martín de que era necesario combatir con medidas políticas lo que era un problema político, el gobierno se contentaba con la pura y simple represión, de modo que el pueblo español, fortalecido económicamente, se alejaba más y más del régimen. El problema era especialmente grave en lo concerniente a la juventud, ganada poco a poco por las ideas marxistas, sin que llegasen a cuajar las iniciativas promovidas por el Servicio, tales como la creación de asociaciones adictas, difusión de principios ideológicos que pusieran en evidencia la debilidad del comunismo...


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