-Mira, Nick. Los mil doscientos ochenta comprenden también a los negros, porque los leguleyos yanquis nos obligan a contarlos; pero los negros no tienen alma. ¿Verdad que no, Ken?
-Muy cierto -dijo Ken [...]
-Pero, ¿por qué no la tienen? -dije.
-Díselo, Buck. Haz que el viejo Nick alcance la verdad -dijo Ken.
-Sí, claro. Mira, Nick. Los negros no tienen alma porque no son personas.
-¿No? -dije.
-Toma, claro que no. Casi todo el mundo lo sabe.
-Pero, si no son personas, ¿qué son?
-Negros, negros y nada más. Por eso la gente les dice negros y no personas.
Jim Thompson, 1280 almas
No, no tiene excusa, esta gente, aunque por entonces no se supiera nada del genoma y todo eso. Pero, igual que los de hoy, preferían la hipocresía al cinismo: un sepulcro abierto huele demasiado mal. Para cubrirlo no hacen falta grandes teorías: no son personas..., no son humanos... ¿Cómo era aquello de "luego vinieron a por mí..., pero ya era demasiado tarde?"
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