02 mayo 2012

Carta a don Juan

Con el título de uno de ellos reúne Agustín Cerezales, en la editorial Menoscuarto, los cuentos de su madre, Carmen Laforet. Ya se sabe, esa manía de publicarlo todo, todo, de algún ilustre muerto, incluso aquellas cosas que al difunto le habrían sonrojado si hubieran salido en vida. Al menos por lo que nos dicen las "Notas del editor", sólo unos cuantos de estos relatos fueron recogidos por la autora para su publicación, y salieron en efecto en el volumen titulado La muerta. Otros aparecieron en revistas, y hay alguno, como "La leyenda de Alcorah", que no es más que un ejercicio de juventud, de mucha juventud, pues ya sabemos que Carmen Laforet maduró literariamente a los 23 años.

Lo cierto es que, salvando este y algún otro de la misma época ("El infierno" es bastante disparatado) estas piezas son de gran dignidad. Y variedad, aunque hay tendencia al neorrealismo, como cabe esperar. De la simple pintura social, como en "La fotografía", se inclinan a veces hacia la desolación, caso de "El veraneo" o "El regreso", a veces hacia el triunfo del amor y la virtud, como puede verse en "Un matrimono" o "En la edad del pato", para llegar incluso a la ejemplaridad cristiana y pro-vida de "El aguinaldo", muy propio de la época navideña en que se desarrolla su acción. No faltan los toques humorísticos ("La buena esposa y un turmix", "El alivio"), pero casi casi me quedaría con el que da título al volumen, esa "Carta a don Juan" escrita por una mujer inteligente y equilibrada como su autora.


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