del editor", sólo unos cuantos de estos relatos fueron recogidos por la autora para su publicación, y salieron en efecto en el volumen titulado La muerta. Otros aparecieron en revistas, y hay alguno, como "La leyenda de Alcorah", que no es más que un ejercicio de juventud, de mucha juventud, pues ya sabemos que Carmen Laforet maduró literariamente a los 23 años.Lo cierto es que, salvando este y algún otro de la misma época ("El infierno" es bastante disparatado) estas piezas son de gran dignidad. Y variedad, aunque hay tendencia al neorrealismo, como cabe esperar. De la simple pintura social, como en "La fotografía", se inclinan a veces hacia la desolación, caso de "El veraneo" o "El regreso", a veces hacia el triunfo del amor y la virtud, como puede verse en "Un matrimono" o "En la edad del pato", para llegar incluso a la ejemplaridad cristiana y pro-vida de "El aguinaldo", muy propio de la época navideña en que se desarrolla su acción. No faltan los toques humorísticos ("La buena esposa y un turmix", "El alivio"), pero casi casi me quedaría con el que da título al volumen, esa "Carta a don Juan" escrita por una mujer inteligente y equilibrada como su autora.
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