19 abril 2012

Pedir peras al olmo

se parece bastante a pedir perdón a quien desconoce ese concepto. Lo tomará como una victoria y como una ocasión de humillar al enemigo. Como bien indica el Trasgo, son los herederos ideológicos de la KGB y los responsables de la ruina moral y económica de España quienes más han clamado contra la real cacería en Botswana. Me traen sin cuidado Juan Carlos y la monarquía, pero si el asunto de los elefantes es para pedir la república, los despilfarros y las corruptelas, no solo monetarias, de los últimos treinta años serían más que suficientes para reivindicar el nacionalsindicalismo.

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