
Es, en efecto, una especie de biografía negra, que resalta los procedimientos totalitarios que empleó Carrillo en su lucha contra el adversario político... y contra sus rivales del mismo bando e incluso del mismo PCE. Pues, de hecho, como el mismo Esparza no cesa de poner de relieve, los métodos de Carrillo no son otros que los del comunismo internacional. No se trata de sacar a la luz los vicios del personaje, sino de mostrar su sintonía con una ideología que lleva el crimen y la destrucción en su misma entraña.
En un libro que no revela nada nuevo, sino que sintetiza fuentes en gran parte comunistas (Líster, Gregorio Morán, Jorge Semprún), lo que más me ha sorprendido es el extremo de humillación al que llegaron los militantes represaliados, con sus actos de contrición ante el comité central, en línea también con lo sucedido en el PCUS durante tantos años.
__