08 junio 2018

El topo


Ya no me acordaba de nada de la serie de televisión (Calderero, sastre...), y creo que entonces tampoco me enteré de mucho. Tiene su mérito adaptar una novela como esta a la pantalla. Lo cierto es que vas recibiendo noticia de diversas tramas: la operación Brujería, que tiene como protagonista a Merlín, un infiltrado de los ingleses en Rusia; la operación Testimonio, que fracasó cuando su ejecutor, Jim Prideaux, fue tiroteado por el enemigo; la deposición de Control como cabeza del Circus (servicios de inteligencia) y la ascensión de Alleline; el encargo recibido por Smiley, fuera ya de servicio, de investigar las revelaciones de un Ricky Tarr que afirma que hay un topo en el Circus... Y tienes que ser un auténtico lince para ir ligando todos esos hilos hasta poder contemplar el entramado y recibir el desenlace como una consecuencia lógica. Yo, desde luego, tengo la sensación de que se me han escapado algunos nudos, pero no sé ni cuáles.

No es apasionante, desde luego. Lo es más El espía que surgió del frío, por su estructura más lineal, quizá, o La chica del tambor por el componente aventurero. Hay capítulos y capítulos que son como un reportaje sobre el funcionamiento interno de los servicios secretos, tan conocido por Le Carré. No está mal traído ese elemento de distracción que son las escenas de Prideaux en su nuevo trabajo de profesor. Pero lo que le da interés es la nueva vuelta a la figura del espía doble, o triple, que parece trabajar para nosotros pero trabaja para ellos gracias a uno de nosotros que se ha pasado a ellos...

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