01 noviembre 2017

Nietzsche en España, 1890-1970

Nietzsche en España es una de esas obras de toda una vida, que lleva años de dedicación, a la que se vuelve de vez en cuando para corregirla o ampliarla y que queda asociada mentalmente al nombre de su autor, en este caso Gonzalo Sobejano. Las últimas ediciones llevan añadido al título las fechas 1890-1970, pero si algo apreciamos en el libro es que la influencia de Nietzsche fue decayendo a medida que avanzaba el siglo, pues el análisis de los años de posguerra dista mucho en su extensión del dedicado a las primeras generaciones del siglo XX, mucho mayor.

En este sentido, nos damos cuenta de que los autores modernistas, o del 98, o como quiera llamárseles, eran gente mucho más de su tiempo que los posteriores, puesto que se dejaron animar por un autor prácticamente contemporáneo, mientras que los intelectuales de posguerra volvieron a Marx y a sus variantes. Otra cuestión es que todos entendieran lo mismo en el creador de Zaratustra, tipo peligroso donde los haya cuando deja de entendérsele como un gran poeta romántico. De hecho un tal Salvador Canals “desaconsejaba la lectura fragmentaria de Nietzsche porque ‘espíritus impresionables y sin solidez’ pueden hallar en tal o cual fragmento impulsos para todo”. No sabía qué razón tenía, aunque pueda discutirse si Hitler era un “espíritu impresionable y sin solidez”.


De hecho Sobejano analiza con todo pormenor lo que vieron en Nietzsche cada uno de los autores analizados, que son muchos, y que dependía, como los ciegos con el elefante, de la parte que hubieran tocado, puesto que la obra del alemán es amplia y se iba publicando en España aleatoriamente. Sobejano nos muestra también las diferencias de traducción, que a veces pueden hacer decir al autor una cosa y su contraria. El hecho es que los autores del 98 hicieron una lectura de Nietzsche en clave anarquizante e individualista, mientras que los de la generación del 14 destacaron más el aristocratismo patente en el filósofo de la voluntad de poder. Hubo entusiasmos juveniles y análisis lúcidos, y Sobejano ofrece una profusión de citas y de bibliografía realmente abrumadora.

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