21 noviembre 2013

Mal trago


Me he echado al coleto tres capítulos de Federico Moccia. No me han quedado ganas de seguir. Es como papar una cucharada de natillas en mal estado. Es la estupidez recreándose en sí misma. Volver a Miguel Ángel Asturias es saborear un amaretto después de la susodicha cucharada. Amargo, pero estupendamente elaborado; un recreo para el paladar.

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