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Y YO QUE ME LA LLEVÉ AL RÍO
CARTAPACIO DE JESÚS SANZ RIOJA
18 noviembre 2025
Tito Andrónico
12 noviembre 2025
Una greguería de Galdós
…aquellas culminantes chisteras de hace veinte años, que parecían aparatos de calefacción o salidas de los humos de la cabeza.
11 noviembre 2025
El expediente Canaima
Aunque la juez Lola
Mc Hor es la protagonista, no puede decirse que sea ella, como es de rigor en
el género, quien resuelve el caso, sino que más bien se ve involucrada y no le
queda más remedio que tirar adelante con ello, [destripe]
con la ayuda inestimable del FBI, auténtico deus
ex machina de la acción, que con sus avanzadas técnicas de seguimiento
consiguen, aun al margen de la ley, proteger a Lola y atrapar a los culpables [fin del destripe]. Aunque
no hay sorpresas a lo Agatha Christie (o al menos es una sorpresa muy
relativa), la autora consigue mantener el interés a lo largo de un volumen
respetable de páginas.
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07 noviembre 2025
Otras represiones
Roosevelt no pudo ser más claro. “Hay que enseñar al pueblo alemán su responsabilidad por la guerra, y durante mucho tiempo deberían tener sólo sopa para desayunar, sopa para comer y sopa para cenar”. Más de tres millones de alemanes murieron tras el anuncio oficial del final de la guerra. A los Aliados no les tembló el pulso a la hora de aplicar los mismos métodos de represión nazis: se sucedieron oleadas de pillaje y expolio de las ciudades ocupadas, violaciones masivas –se estima en más de 200.000 los niños nacidos en 1946 producto de esos ultrajes–, se reutilizaron los campos de concentración y exterminio –incluso los más infames: Auschwitz, Sachsenhausen, Buchenwald, Dachau, Bergen-Belsen–, se expulsó a más de 16.000.000 de civiles de sus hogares, apenas se repartieron alimentos entre una población famélica… Como le espetó Patton a uno de sus asistentes al descubrir el horror de Buchenwald: “Todavía tenéis problemas para odiarlos?”
Giles Macdonogh, Después del Reich, cubierta
04 noviembre 2025
Venciste, ginebrino
Emilio no tiene más que conocimientos naturales y puramente físicos. No sabe el nombre de la historia ni lo que es la metafísica o la moral. Conoce las relaciones esenciales del hombre con las cosas pero nada de las relaciones morales del hombre don el hombre. Apenas sabe generalizar ideas, o hacer abstracciones. Ve cualidades comunes en ciertos cuerpos sin razonar sobre esas cualidades en sí mismas. […] No busca en absoluto conocer las cosas por su naturaleza sino solamente por las relaciones que le interesan. No aprecia lo que le es extraño más que en relación con él. […] Se considera sin tener en cuenta a los otros y encuentra bueno que los otros no piensen nada de él. No exige nada de nadie y no cree deber nada a nadie. Está solo en la sociedad humana; solo cuenta con él mismo.
Rousseau, Emilio, libro III. Citado por Xavier Bellamy, Los desheredados, p. 43
El retrato del joven de nuestro tiempo es perfecto. Solo falla un detalle: “No exige nada de nadie”. El bípedo sin rabo de hoy lo exige todo… para él.
02 noviembre 2025
Poesía (Mauricio Bacarisse)
Quien piense que domina la lengua española, que lea a los
modernistas. Espigo unos cuantos terminacos de esta antología:
musmé: muchacha
japonesa.
farfalares:
faralaes.
napeas: ninfas que
residían en los bosques.
farandola: danza
de origen provenzal.
lijoso: sucio,
inmundo.
grofa: prostituta
(en R. Dominicana)
calandrajos: andrajos
garlar: hablar
mucho e indiscretamente.
manflota: burdel
máncer: hijo de
prostituta.
venturina: cuarzo
pardo amarillento
La mayoría los conoce Word, pero yo no. Hay que decir que el
Bacarisse de los primeros años no se mueve, como vemos, siempre entre
marquesas, sino también entre izas, rabizas y colipoterras, que decía el otro,
pero aplica a estos ambientes el mismo tratamiento preciosista. Y justifica sus
paseos por estos antros llamando a la revolución.
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31 octubre 2025
Calisto
Ahora podemos comprender
de modo preciso qué es el erotismo. Consiste en desgajar el primer elemento, la
sexualidad, para obtener una gratificación pasajera y prescindir de los otros
tres [amistad, proyección comunitaria, relevancia]. Ese desgajamiento puramente pasional destruye el amor de raíz, lo
priva de su sentido pleno y su identidad. Por eso es violento, aunque parezca
cordial y tierno. Pongo en juego la sexualidad a solas porque me interesa para
mis propios fines, y prescindo de la amistad. En realidad, no amo a la otra
persona; deseo el halago que me producen algunas de sus cualidades. Dejo,
asimismo, de lado la expansión comunitaria del amor. No presto atención a la
vida de familia que está llamado el amor a promover. Me recluyo en la soledad
de mis ganancias inmediatas. Por eso reduzco la otra persona a mera fuente de
gratificaciones para mí. Esa reducción desconsiderada es violenta y sádica. Puedo
jurar amor eterno a esa persona, pero serán palabras vanas, pues lo que
entiendo aquí por amor no es sino interés por saciar mi avidez erótica.
En Alfonso López Quintás, La palabra manipulada, primera parte, capítulo 1.






