12 marzo 2025

Mujer

Ella [Fortunata] está en posesión de la realidad primitiva, íntegramente entregada, sin cálculos ni razonamientos, a la realidad de los impulsos naturales: la pasión por su hombre y el orgullo de la maternidad. Cada vez que aquel veleta vuelve a ella, ya tiene Fortunata su vida plena de sentido y tensa de energía; cada vez que se le va, la vida se le queda literalmente vacía y desmayada, y ya no le importa lo que hagan con su cuerpo ni con su alma: los abandona a la voluntad ajena, sin rabia y sin vicio, con indiferencia, como trastos inservibles.

Amado Alonso, “Lo español y lo universal en la obra de Galdós”, en Materia y forma en poesía.




09 marzo 2025

Eutanasia

El subtítulo delimita un poco más el contenido de este libro: “¿Debemos matar a los enfermos terminales?” Porque de lo que trata Pollard es de poner el acento en que la eutanasia significa matar y es algo diverso del “derecho a morir” entendido este como derecho a rechazar los tratamientos que no curan sino que únicamente mantienen con vida. Son conceptos que con frecuencia se confunden, tanto en la propaganda como en las leyes. Por ello el autor emplea el verbo matar sin tapujos y siempre que viene a cuento, sin eufemismos ni circunloquios. La muerte digna es también algo diverso del derecho a que me maten: es muerte digna aquella que está de acuerdo con la dignidad humana, es decir, rodeado de cuidados y a ser posible del afecto de familiares y amigos (“cercado de su mujer y de sus hijos y hermanos y criados”).

El libro data (1989) de cuando aún no existían leyes que validasen la eutanasia, ni siquiera en Holanda, aunque y aquí la vista gorda estaba generalizada. Sin embargo, el debate estaba ya en la calle y el libro recoge también todos los aspectos problemáticos de esta práctica: la relegación de los cuidados paliativos, la manipulación de encuestas, la consideración del enfermo como menos digno de vivir, la confusión en torno a los analgésicos o quién ha de tener la responsabilidad de matar.

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07 marzo 2025

Bernarda

Actualizo la entrada “El prohibido”, de 5 de enero de 2018, con una nota sobre una representación de La casa de Bernarda Alba en la temporada 1949-50.

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04 marzo 2025

Llevarle la delantera al purgatorio

 Sabias palabras de Jean Danielou (Mitos paganos y misterio cristiano):

…la que salva es la gracia y no la interioridad [digamos la ascesis personal]. Pero esta gracia que salva viene a asumir los valores que son los del hombre y fructifica tanto más cuanto mejor religiosamente desarrollado encuentra un terreno. Y esta es la razón por la que los santos, aquellos a los que nosotros llamamos santos, son precisamente aquellos en los que la gracia que salva ha fructificado, porque ha encontrado una riqueza de interioridad muy grande, mientras que, por el contrario, los que de ninguna manera tienen esta interioridad, la gracia se derrama sobre ellos, pero de una manera que permanece exterior sin penetrarlos en el interior. Es decir que tendrán trabajo en el purgatorio. Es necesario que la gracia nos haya rehecho y vuelto a tomar totalmente. Por eso la oración es como llevarle la delantera al purgatorio.



02 marzo 2025

Jiménez Lozano

 …un mundo como el nuestro en el que los actos más perseguidores se hacen en nombre de la lucha contra la persecución.

(En Los cuadernos de Rembrandt, 2008)



01 marzo 2025

¡Hala, como Franco!

  [Carintia, fin de la Segunda guerra mundial]

…los británicos prosiguieron el proceso de desnazificación de los centros docentes. Los rusos habían iniciado aquel proceso con suma parsimonia, mientras que los hombres de Wilkinson [gobernador militar] retiraron en total a unos cuatrocientos maestros de un colectivo formado por 3130 personas.

(En Después del Reich, Gilles Macdonogh, parte 2, capítulo 10)



 

25 febrero 2025

Carmilla

La doncella a lo Rossetti, Europa central, el castillo aislado, visiones nocturnas, esos elementos típicos de lo que se llama novela gótica nos son presentados ya desde el principio y lo demás se adivina. El maligno aparece en forma inocente, como otra doncella a lo Rossetti, esta de pelo oscuro, y aparece como víctima de un accidente de diligencia. La madre sigue viaje, un viaje inexcusable, la hija queda de huésped en el castillo, conde la doncella vive con su padre y dos damas de compañía. Las dos chicas no tardan en trabar una amistad de esas de juventud, arrebatadas, apasionadas. Pero la estancia de Carmilla coincide con fenómenos extraños que afectan a la psique y al cuerpo de la protagonista y narradora, Laura por poético nombre. Aunque la gente cree en vampiros, y Carmilla da bastantes pistas, Laura tarda en atar cabos, supongo que cegada por la amistad. A través de otros personajes, sin embargo, se va descubriendo la similitud del caso de Carmilla y Laura con otros sucedidos a algunos antepasados…

Lo que ahora son tópicos entonces era solo moda. Por lo demás, hay poco que destacar aquí, salvo esa sensualidad que Sheridan imprime a la relación vampírica, explotada un siglo después, y de modo más grosero, por subproductos perfectamente prescindibles.

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