06 diciembre 2012

Antes del invierno


Una más de Carlos Pujol. De tan agradable lectura como las demás, claro. Está presente ese escepticismo ante las cosas que los hombres sacralizan, ese humor británico de tan sutil, esa parodia de los tópicos policíacos, esos personajes apenas esbozados de los que uno diría que lo más interesante es lo que no se muestra. Aquí se nos insinúa una trama de espionaje en la inmediata posguerra española, con ingleses y alemanes utilizando a España como una pieza importante de su partida de ajedrez. Hay un señor maduro que vuelve a España, desde Inglaterra, para volver a ver a su hijo, y al que quieren reclutar como espía. El hijo es un poeta falangista que ha conseguido situarse en el régimen. La madre es una descocada que se ha largado con un british. Hay algo de melancolía y de tributo al amor paternofilial por encima de las circunstancias, que proporciona un final si no feliz al menos satisfactorio desde un punto de vista humano. Pujol no es un ingenuo, pero tampoco un nihilista.

Raros serán los libros en que el dramatis personae sea lo mejor. Este es uno de ellos. La nómina final de personajes incluye hasta a los personajes históricos citados y con sus definiciones se pueden pasar unos cinco minutos deliciosos. 

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