23 octubre 2015

Sabiduría práctica


--No, padre, de verdad que no. No le amo porque sea un buen partido.
--¿Por qué, entonces?
--Oh, vaya, porque siempre le he amado. Jamás se me dio tan bien regañar a otra persona, y ese es un punto a tener en cuenta en un marido.

En George Eliot, Middlemarch